La turquesa es una de las piedras más antiguas y veneradas de la historia. Su color azul-verdoso evoca el cielo y el mar, y simboliza la armonía, la verdad y la protección. La turquesa tiene múltiples beneficios a nivel espiritual, emocional, mental y físico. Veamos algunos de ellos:
– Nivel espiritual: La turquesa es una piedra maestra que ayuda a conectar con el yo superior, la intuición y la sabiduría. Favorece la comunicación con los reinos espirituales y los guías. También facilita la meditación, el sueño lúcido y los viajes astrales. La turquesa es una piedra de purificación que limpia el aura y los chakras, especialmente el chakra de la garganta. Además, es una piedra de protección que aleja las energías negativas, los malos espíritus y los accidentes.
– Nivel emocional: La turquesa es una piedra de equilibrio que armoniza las emociones y los estados de ánimo. Ayuda a superar el miedo, la ansiedad, la depresión y la ira. También fomenta el amor propio, la confianza, la alegría y la creatividad. La turquesa es una piedra de amistad que fortalece las relaciones interpersonales, la empatía y la compasión. Asimismo, es una piedra de verdad que estimula la honestidad, la lealtad y la expresión auténtica.
– Nivel mental: La turquesa es una piedra de conocimiento que potencia la mente y el aprendizaje. Ayuda a mejorar la memoria, la concentración, el razonamiento y la lógica. También favorece el pensamiento positivo, el optimismo y la solución de problemas. La turquesa es una piedra de inspiración que despierta la imaginación, la intuición y los dones psíquicos. Igualmente, es una piedra de comunicación que mejora el habla, la escritura y el arte.
– Nivel físico: La turquesa es una piedra de sanación que beneficia todo el cuerpo y los sistemas orgánicos. Ayuda a prevenir y curar enfermedades del sistema respiratorio, circulatorio, nervioso e inmunológico. También alivia el dolor, la inflamación, las alergias y las infecciones. La turquesa es una piedra de vitalidad que aumenta la energía, el vigor y la resistencia. Además, es una piedra de belleza que rejuvenece la piel, el cabello y los ojos.
Como puedes ver, la turquesa es una piedra maravillosa que te puede ayudar en muchos aspectos de tu vida. e recomiendo visitar https://kyo-energycrystals.com/como-cuidar-y-limpiar-tus-minerales/ donde encontrarás información detallada sobre cómo cuidar y limpiar tus minerales. Espero que te haya gustado esta reseña y que te animes a probar los beneficios de la turquesa.
La turquesa es un fosfato de color azul verdoso, formado por fosfato de aluminio hidratado y cobre. Normalmente se encuentra en entornos áridos, en zonas de oxidación de yacimientos de cobre, en filones y en venas de esquistos ricos en fosfato.
El nombre de turquesa viene de la palabra francesa «pierre turquoise», haciendo referencia a su entrada comercial a Europa occidental a través de Turquía en el s.XVI.
La turquesa tiene un importante valor histórico ya que es una de las piedras que se han encontrado utilizadas como ornamentación en civilizaciones muy antiguas, como en el Antiguo Egipcio, en las culturas mesoamericanas precolombinas, la Civilización del valle Indo y China.
La turquesa aparece en hábito masivo o microcristalino, y raramente en forma de cristales. Su color puede variar de azul claro a verde, en función a la cantidad de hierro y cobre que contenga. También puede contener inclusiones de otros minerales como limonite, pirita y calcedonia. También puede encontrarse junto con la crisocola y la malaquita.
Yacimientos: Estados Unidos, Irán, México, Egipto, China, Perú, Polonia, Rusia, Tíbet, Afganistán y Kenya.