La labradorita se considera una piedra de transformación y protección. Se le atribuyen qualidades místicas y contemplativas. Favorece la apertura de conciencia y la estimulación de la intuición. La labradorita potencia la confianza en uno mismo y en la vida, calma la mente y fortalece el cuerpo y el aura.
La labradorita pertenece a la familia de los feldespatos plagioplásicos. Aunque el color de base de la labradorita es gris, en su superficie presenta iridiscencias cromáticas de color púrpura, naranja, rojo, dorado, azul y verde. Esta característica se llama adularescencia y hace que la labradorita sea una piedra apreciada para la elaboración de joyería.
El nombre de labradorita viene del lugar donde se encontró por primera vez, en la Península de Labrador, Canadá.
Yacimientos: Madagascar, Groenlandia, Finlandia, Estados Unidos, Canadá, México, Rusia e Italia.