El cuarzo arcoíris, también llamado cuarzo místico, es básicamente cristal de roca. Por ello mantiene las propiedades físicas y ópticas que son comunes a los cuarzos. Colores brillantes como el amarillo, el naranja, el verde o el fucsia forman parte de su composición. Mezcla que genera una piedra de una hermosura espectacular.
Los cristales que componen la piedra son sin duda muy buenos cristales de manifestación. Poseen todos los colores del espectro de la naturaleza en su interior. Hecho que permite que sean capaces de estimular cada chakra, potenciando así cada nivel creativo posible. Poseer toda la gama de colores facilita llevar estas manifestaciones a la realidad física.
El poder mágico del cuarzo arcoíris favorece que su poseedor note un agradable bienestar y se sienta alegre. Una piedra muy interesante por tanto para llevar siempre encima.
Ayuda a recordar aquellas cosas que tienen verdadera importancia. Su fuerza despierta la mente para que esté lúcida y reciba la inspiración que se anda buscando.
Favorece la llegada de un amor sincero y puro. Ese que todo el mundo espera durante años con esperanza e ilusión.
Resulta una piedra muy adecuada para superar aquellos momentos cargados de negatividad por los que podemos pasar.
Ayuda a calmar la ansiedad generada en situaciones de estrés. El cuarzo arcoíris permite lograr el equilibrio emocional y recuperar la paz y tranquilidad perdidas. La energía que emana de la piedra favorece la conciliación de las diferentes facetas de una personalidad desequilibrada.
La belleza de su arcoíris conecta a su poseedor a nivel subconsciente con su verdadera esencia. De esta manera puede expresar su verdad en este mundo.
Por último, respecto al mundo físico, la energía armonizadora del cuarzo arcoíris lo convierte en un una piedra muy útil en gemoterapia a la hora de calmar los dolores y relajar la musculatura.